capoeira feminista, para disfrutarla de otra forma

Capoeira feminista: para disfrutarla de otra forma

(Texto original de Sandra Felipe, aqui)

Si de por sí es difícil intentar explicar qué es la capoeira, porque hay capoeira Angola y capoeira Regional, pero de ahí se bifurcan otros incontables estilos, pedagogías y creencias, de acuerdo a quien lidera o incluso al territorio (baiana, carioca, paulista, etc, etc, etc.); a todo eso se le suma que si es contemporánea, de rua (calle), evangélica…y para rematar, venimos ahora con la capoeira feminista. Ay meu deus!

¿Pero qué es eso? ¿Una capoeira solo de mujeres que odian a los hombres?, ¿o acaso una que se viste toda de rosado?, ¿o tal vez una que cree en la vida social, política y la igualdad de los sexos? Hablando con mi hermana Valentina, me responde que esta pregunta depende tanto del momento histórico al que nos refiramos como de la mujer entrevistada. «En lo personal, el feminismo es para mi una teoría, un movimiento social y político que busca la liberación de la mujer. De manera más general el feminismo postula el “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”, es el movimiento que lucha por la realización de esos derechos».

Ahora, han existido diferentes olas de feminismo y así como la capoeira baiana, carioca o paulista, los feminismos también varían dependiendo del lugar donde nos ubiquemos, por ejemplo: Latinoamérica.

¿Y qué tiene que ver el feminismo con la capoeira?

Siguiendo la analogía de que una vez que te pones las gafas púrpuras, todo lo comienzas a ver desde otra perspectiva.Empiezas a cuestionar cosas tan naturalizadas como el que las mujeres han sido históricamente las que organizan, limpian o cuidan, mientras que los hombres son los que salen al frente a ‘comandar’; que se dude de que una mujer sepa tocar el berimbau, pero de un hombre no; que a las mujeres les tome más tiempo que a los hombres llegar a ciertas graduaciones; que haya conductas sistemáticas de profesores acosando a las alumnas desde la desigualdad que genera el abuso de poder (por una cuerda); que traten a las y los practicantes como una propiedad; que haya acoso o bullying por el género, la orientación sexual, el cuerpo, las creencias y demás.

Pero creo que a modo personal lo más importante ha sido el replantearme cómo ha sido mi relación con las otras mujeres dentro y fuera de la capoeira. Reconocer que por mucho tiempo quería la aprobación de mis superiores, jerárquicamente hablando, sin importar la relación con mis pares; también darme cuenta que competí por mucho tiempo con otras, sin razón alguna más que por el solo hecho de ser mujeres. Ese ha sido el triunfo del patriarcado, hacernos creer que somos competencia, enemigas…porque me va a robar el novio, el puesto de trabajo o un determinado lugar dentro de esta jerarquía. El sistema de graduación se basa en la individualidad y llega a quebrar la unión entre mujeres.

Reconocerme como una persona violenta, que agredió a otras, no ha sido fácil, pero ahí vamos, sí en plural, porque ha implicado una cantidad de conversaciones que antes no teníamos. Romper el círculo de violencia es tan difícil, porque nos agreden y en consecuencia agredimos. Hay que cortarla, salir de esa emoción (pero se necesita ayuda). Tener conversaciones incómodas es lo más necesario de la vida para transformar todo eso que ahora vemos que no está bien.

No es ‘la capoeira’ lo que está mal, son las prácticas que permitimos en nombre de ‘la capoeira’, porque peligrosamente se camuflan violencias en las tradiciones, la jerarquía o ese estatus medio divino que le otorgan a mestres y mestras. El problema no es la capoeira, así como no lo es un deporte o una danza, es lo que hacemos o dejamos de hacer. Mirar a otro lado, ignorar las cosas, es un problema. Seguir permitiendo prácticas violentas por no manchar el nombre de ‘la capoeira’ es cómplice y perpetúa todo aquello que justamente queremos cambiar. 

Algo tan bello e infinito como es la capoeira no debería ser una herramienta de opresión y violencia, como actualmente sigue siendo. Por mucho tiempo no lo entendí, me causaba conflictos internos el que me hablaran de la capoeira como un sinónimo de libertad, pero donde a su vez se te prohibían y a la vez se te exigían tantas cosas. ¿Cuántas veces llegué a sentirme mal por mi cuerpo, porque se me salga la barriga o se vea una barriga? A ojos de algunas personas seré delgada, pero la obsesión por el cuerpo esbelto también me pesó (aún lo hace, porque nos enseñaron a odiar nuestros cuerpos), porque desde todos lados nos han llenado de inseguridades (desde la casa, la publicidad, el colegio, el trabajo y tantos otros).

Capoeira feminista es, no solo feminista, es libertadora, como la capoeira dice o pretende que es, sin cumplir con eso. Una capoeira feminista es una lucha en la que todas las diversidades aquellas que son minimizadas, desvalorizadas dentro de la sociedad, puedan también expresarse, puedan interactuar, puedan aprender y estar en un mundo más lúdico. Una capoeira feminista intenta realizar lo que la capoeira dice que es, una lucha contra la opresión. Y como la opresión machista nunca ha estado contemplada dentro de la capoeira tradicional, entonces creo que va a juntarse con la capoeira antirracista, la capoeira que acepta toda las diversidades sexual y un montón de diferentes frentes que necesitan juntarse para que la capoeira no sea más un instrumento de opresión y violencia.” (Christine Nicole Zonzon, doctora en Ciencias Sociales y maestra de capoeira).

Si algo deja el I Encuentro Internacional de Feminista  de Capoeira Santa Fe y II Encuentro de la Ginga Feminista es la reflexión justamente de que no hay una receta para la capoeira feminista. Así como no hay un solo feminismo. Cada quien toma acciones desde su lugar, desde la forma que decide hacerlo. Existen varias formas de lucha, no tenemos que hacerlo igual.

Hace ya varios años, hablando con Mestra Francesinha, ella insistía en la importancia de que no se trata de hacer espacio solo de mujeres donde se repliquen las mismas formas. Yo aún no entendía muchas cosas y solo hasta hace poco vengo a reconocer que una cosa es hablar de un espacio femenino y otra de uno feminista. Por eso mismo entendí el porqué no siempre me llamaba la atención asistir a ruedas o entrenamientos de mujeres, porque en la mayoría de los casos se estaban replicando las mismas dinámicas y prácticas patriarcales y machistas (*), solo que a manos de compañeras. La sororidad no es absoluta y sin entenderlo en ese momento, sabía que no quería ir a un espacio de mujeres donde iba a sentirme incómoda y discriminada. 

De hecho, buscando en el baúl de los recuerdos, la única vez que me sentí directamente discriminada por ser mujer en una rueda de capoeira, fue de la mano de una compañera. No me dejó tocar el atabaque porque era una mujer. (Ya lo hemos hablado juntas). 

El encuentro de la Ginga Feminista es un experimento más de los muchos que tendremos que hacer. Seguramente cada una de las personas que allí estuvimos salimos con la cabeza saturada, vimos y vivimos cosas lindas, otras que de repente generan cuestionamientos, por ejemplo, el posicionamiento y el reconocimiento siguen siendo temas álgidos. Pero de eso se trata, justamente de eso se trata, de reflexionar, debatir, desbaratar. De hacer una construcción permanente, de borrarnos y volver a dibujarnos una y otra vez, como nos decía alguna vez M de Conejo

Y no se trata de hacer este gran debate solamente desde el género y sexo, hay que hacerlo desde muchos frentes, desde la raza, porque efectivamente tenemos un altísimo porcentaje de personas blancas practicando la capoeira; desde la educación, el contexto social y económico; los cuerpos, el territorio, las orientaciones sexuales, los grupos poblacionales,no solo pasando por las infancias, también por las y los mayores…Personalmente no creo en una capoeira de atletas, que se limita a ciertas edades, ojalá pueda llegar a la vejez viviendo la capoeira.

La capoeira feminista es una capoeira que se cuestiona los privilegios de género, es una capoeira que sabe de la invisibilización de ciertos géneros en la historia de la capoeira, que sabe que una roda no es igual que otra, cuando hay espacio para mujeres y disidencias y que no tenemos que estar conquistándolos para poder llegar a un berimbau o a jugar. Una capoeira feminista permite el cuestionamiento, prácticas más horizontales, no tan jerárquicas, permite construir desde la sabiduría de la historia de las mujeres que tiene que ver desde el sostén pero a la vez valorizar ese sostén y que no se vea como un trabajo invisible donde los créditos se los lleven otros.” 

María Laura Schaufler, doctora en comunicación y profesora de capoeira.

En búsqueda de nuevas formas, nuevos espacios

Los grupos hegemónicos y tradicionales ya no suplen las necesidades de todas las personas. No todas somos iguales, no todas vamos a seguir justificando el hecho de que por que así se haya hecho ‘tradicionalmente’, así deba seguirse haciendo. 

Para transformar el diálogo abierto es el primer paso, si no puedes hablar, o no quieren hablar, ahí no es. Algunas personas seguiremos buscando la forma para disfrutar la capoeira de otra forma, coincidir con otras personas en esa misma búsqueda es de lo más reconfortante que hay. Siempre hay personas al otro lado, que emocionante y constructivo que es conocer otras formas, escuchar otros sentimientos y pensamientos. Escuchar las historias que compartieron en el encuentro de la Ginga Feminista abrió mi propio panorama.

No sé si necesitamos nuevo, queremos nuevos espacios, porque en los establecidos, tradicionales somos siempre subyugadas , víctimas de todo tipo de violencia (física, sexual, psicológica, patrimonial, económica, moral) y vemos que a pesar de todas las luchas, esto no se transforma en la velocidad que es necesaria para que podamos desarrollarnos en una capoeira que sea un espacio de libertad y crecimiento. Ya que como está actualmente, no da para vivir la capoeira dentro de un espacio de grupo, de jerarquía patriarcal, por eso estamos creando otras configuraciones de grupos que sean más horizontales, de compañerismo, más leves, sin violencia, y aún no sabemos a qué se va a parecer, porque esto es una construcción de cada día que está comenzando ahora.” (Christine Nicole Zonzon, doctora en Ciencias Sociales y maestra de capoeira).

Desde esta capoeira feminista, sin forma delimitada porque será cambiante, se propone romper el pacto de silencio que hay, procurar alimentar espacios libres de violencias –no solo contra mujeres, contra las personas en toda su diversidad, con una visión interseccional–; buscar otras formas y eso justamente es lo que hacemos desde las propuestas de trabajos colectivos, crear alternativas, más amables con todos los cuerpos y sexualidades, que respete los derechos fundamentales (un grupo o un mestre(a) no están por encima de los derechos humanos).

¿Qué podemos hacer en el día a día? Le pregunté a Zonzon en Santa Fe: «El sentimiento de impotencia es normal y se justifica, porque sola no vas a hacer nada. Tienes que compartir lo que ves, lo que sientes, lo que te cuestionas, con otras personas, no solo mujeres, que tengan una apertura a la escucha. Porque lo que se tiene que hacer es juntos y juntas, sola no hay mucho por hacer dentro de un espacio que tiene una opresión histórica, muy incorporada en la propia estructura jerárquica del mestre, del grupo, del ritual«, respondió ella. 

Y en sintonía con las amigas de Mulherada Tem Axe, estamos: “Convencidas de que la salida a este mundo machista y patriarcal es colectiva“. 

La invitación es y seguirá siendo a seguir en movimiento, seguir juntándonos, porque solas será más difícil o simplemente no será. No es una frase de cajón el que juntas somos más fuertes. Desde que comencé a unirme a otras mujeres, a compartir, hablar y repensarme todo mi relacionamiento, hemos logrado cosas antes inimaginables. ¡Qué lindo ha sido trabajar con ellas! No solo en capoeira, en otros espacios también. Estamos juntas desde otro lugar y bienvenidas todas las que se quieran sumar, es importante encontrarnos y reconocernos de otra manera. 

Muchas somos feministas sin saberlo, o sin reconocerlo, le tenemos más miedo a la palabra ‘feminismo’ que a cualquier otra. Si desde tu día a día, en tu entrenamiento, en el relacionamiento con tus compañeras(os), en la rueda y demás, buscas la igualdad, una sociedad más justa y equitativa, para todas y todos, eres feminista.

“Las cuestiones de género importan. Los hombres y las mujeres experimentan el mundo de manera diferente. El género tiñe la manera de experimentar el mundo, pero podemos cambiar eso…hemos evolucionado pero me parece que nuestras ideas de género no han evolucionado” (Chimamanda Ngozi Adichie).

La conversación continúa, cuando quieran nos tomamos un cafecito y charlamos. Gracias por llegar hasta el final y te agradezco que compartas esta publicación, justamente para continuar sumando entre más voces y opiniones.


Sandra Filipa es periodista de la Universidad de La Sabana y curiosa por los temas de la tecnología, emprendimiento, música, deportes, el estudio sobre el periodismo y marketing digital. Su segunda profesión es la Capoeira.

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